Mis propósitos
Diciembre siempre ha sido un mes especial para mi. En mi recuento de los daños, trato de ver sin adornos o justificaciones mis acciones del año que termina y desde esa perspectiva trato de enmendar las "regadas" que son muchas y reafirmar los aciertos, que suelen ser menos. Este ha sido siempre un proceso inquietante y a veces hasta doloroso, aunque ayuda mucho la escencia de esta época, en que el amor se manifiesta más libremente, los apapachos de familiares y amigos cobran mayor calidez y el espíritu de renovación ante el año que comienza, revive la esperanza de convertirnos en mejores personas, más amorosas, más solidarias.... más felices.
Este año es diferente: mis propósitos ya no rondan por los kilos que perderé, lo nuevo que aprenderé o el amor que llegará.... este año mis prioridades cambiaron. Este año mis buenos deseos van para este México nuestro tan vapuleado, víctima de la rapiña, el saqueo y la violencia. Mis deseos son que logremos reemplazar la cultura del abuso sobre el más débil, la indolencia y la indiferencia, por otra en la que se privilegien el respeto y el cuidado por los demás. Volver a lo sencillo, a lo simple, a lo humano, aprender a ser mejores ciudadanos y construir mejores instituciones.
Los mexicanos tenemos muchos sueños y muchos proyectos, pero también estamos llenos de temores e incertidumbre. Estamos en manos de una enorme mafia de políticos sinvergüenzas que hacen ostentación de sus ingresos legales e ilegales, prebendas y canonjías, que perciben como un derecho inherente a las diputaciones, senadurias, secretarías, etc. que les fueron concedidas y de las cuales hay que aprovecharse mientras duren. Todo esto mientras el salario mínimo es una afrenta a la dignidad de los trabajadores y los pocos empresarios productivos que logran sobrevivir, son exprimidos con impuestos criminales que van a parar los bolsillos de esos políticos que nos regalan cada tanto tiempo, con espectáculos degradantes dignos del mercado municipal de mi pueblo.
Este año deseo que México salga indemne de la rapiña. Pido más conciencia en los plíticos que regirán nuestros destinos por otros seis años. Pido menos voracidad, más solidaridad. Pido paz.... Ya bajaré de peso, aprenderé más cosas y disfrutaré de más amor en el 2013. Primero, lo primero.
Este año es diferente: mis propósitos ya no rondan por los kilos que perderé, lo nuevo que aprenderé o el amor que llegará.... este año mis prioridades cambiaron. Este año mis buenos deseos van para este México nuestro tan vapuleado, víctima de la rapiña, el saqueo y la violencia. Mis deseos son que logremos reemplazar la cultura del abuso sobre el más débil, la indolencia y la indiferencia, por otra en la que se privilegien el respeto y el cuidado por los demás. Volver a lo sencillo, a lo simple, a lo humano, aprender a ser mejores ciudadanos y construir mejores instituciones.
Los mexicanos tenemos muchos sueños y muchos proyectos, pero también estamos llenos de temores e incertidumbre. Estamos en manos de una enorme mafia de políticos sinvergüenzas que hacen ostentación de sus ingresos legales e ilegales, prebendas y canonjías, que perciben como un derecho inherente a las diputaciones, senadurias, secretarías, etc. que les fueron concedidas y de las cuales hay que aprovecharse mientras duren. Todo esto mientras el salario mínimo es una afrenta a la dignidad de los trabajadores y los pocos empresarios productivos que logran sobrevivir, son exprimidos con impuestos criminales que van a parar los bolsillos de esos políticos que nos regalan cada tanto tiempo, con espectáculos degradantes dignos del mercado municipal de mi pueblo.
Este año deseo que México salga indemne de la rapiña. Pido más conciencia en los plíticos que regirán nuestros destinos por otros seis años. Pido menos voracidad, más solidaridad. Pido paz.... Ya bajaré de peso, aprenderé más cosas y disfrutaré de más amor en el 2013. Primero, lo primero.
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