¿Feliz Navidad?

"Demuéstrales tu amor, esta Navidad regala a tu familia una pantalla 3D "; "Peque, pídele a Santa que te traiga esta bicicleta, porque te portaste muy bien"; "No puede haber Navidad si no hay en la mesa un pavo doble pechuga...". La publicidad en estas fechas secuestra el espíritu navideño y lo pone a trabajar en su beneficio, sin ver lo que hay más allá de su único objetivo: vender, mientras más, mejor.

Nada más lejos de la realidad que la idea de la felicidad que trasmiten esos anuncios. Ni las mamás están perfectamente peinadas y maquilladas mientras cocinan en una estufa Mabe, ni los niños juegan dulcemente a la pelota en un amplio jardín con un lindo césped y sólo interrumpen su juego para recordarle a su sonriente, joven y bella madre que ya es hora de tomar su multivitamínico que les garantizará un crecimiento sano, fuerte y exitoso... y por supuesto, el atractivo papá no llega a casa después de un arduo día de trabajo, radiante y lleno de energía, listo para salir a divertirse con su bella esposa, tambien radiante, en su nuevo carro de la Ford ... y claro, con ropa y accesorios totalmente palacio. ¡No te atrevas a sentirte feliz si no cumples con todos estos requisitos!

Si caemos en la trampa de compararnos con lo que nos venden habremos caído en un pozo sin fondo. El hecho de no poder comprar regalos a los niños o de no poder hacer una buena cena no implica una Navidad infeliz, ni nos hace malos padres o malas personas. Siempre recuerdo la Navidad más feliz de mi vida, en un Nogales cubierto de nieve, con el calor y el olor de unos panecillos que doña Arminda cocinaba deliciosos, la canciones de don Ray y chocolates, sólo chocolates para festejar. No hubo juguetes, ni cena especial, sólo música, chocolates y un montón de amor. No podíamos sentirnos más felices.

La Navidad es una fecha más en el calendario. Cada persona le da el significado que quiere. Si lo pensamos bien, todos los días del año son buenos para dar amor. Y si estas fechas nos sirven de pretexto para expresarlo, enhorabuena, hagámoslo y vivamos una feliz Navidad, así, simplemente, sin condiciones.