¡Vergüenza!
Un infeliz payaso, bastante imbécil y con escasos recursos para hacer reir, encontró divertido hablar de los niños de la Guardería ABC en términos atroces, inhumanos, evocando imágenes dantescas, tratando de hacerlas graciosas... y el público, igual de imbécil, le festeja, le aplaude. Sólo imaginar lo que este animal estaba diciendo ya es de por sí mucho, muy doloroso, no alcanzo a comprender como el público festejó semejante atrocidad. Se que pedirles que se pongan en lugar de los padres, familiares, amigos, es mucho -no se le pueden pedir peras al olmo-, pero sería de esperar que alguno de ellos mostrara un poquito de humanidad y le hiciera saber a ese payaso lo indigno de su acto. Pero tampoco se le puede pedir humanidad a las bestias.
Podría decir que son gente como uno, pero ¡no!... hay gente buena y mucha. Lo pudimos constatar con la respuesta que tuvieron en el D.F. ante la noticia -falsa o cierta, pero muy creíble-, del suicidio masivo por hambre de los indígenas de la sierra Tarahumara. Mientras que el Gobierno del Estado de Chihuahua, salió a desmentir la nota, diciendo que los Tarahumaras son muy aguantadores, que aunque tengan hambre no se suicidan, los habitantes del D.F., convocados por las redes sociales, en una hora ya estaban haciendo acopio de víveres y ayuda para ellos y en un gesto solidario, el gobierno del D.F. resolvió la logística de envío y demás.
Puede no ser cierto, puede ser como dijo el Gober, “la injerencia de gente sin escrúpulos que miente y engaña a personas de buena fe con este tipo de falsa información”. ¿Me puede decir este señor que no hay hambruna en la Sierra, que mientras sus diputados, senadores, secretarios y él mismo, derrochan sin rubor los recursos, no hay quien se muera de hambre, sin esperanza de algun cambio en su situación y la de su familia?. ¡Vergüenza!
Doña Arminda, en su infinita sabiduría decía: "tal vez no sea cierto, pero prefiero ayudar a alguien que no lo necesita, que dejar de ayudar a alguien que lo necesita". ¡Bien por la gente del D.F. que salió a apoyar a otros mexicanos desesperanzados... bien por la gente buena!
Podría decir que son gente como uno, pero ¡no!... hay gente buena y mucha. Lo pudimos constatar con la respuesta que tuvieron en el D.F. ante la noticia -falsa o cierta, pero muy creíble-, del suicidio masivo por hambre de los indígenas de la sierra Tarahumara. Mientras que el Gobierno del Estado de Chihuahua, salió a desmentir la nota, diciendo que los Tarahumaras son muy aguantadores, que aunque tengan hambre no se suicidan, los habitantes del D.F., convocados por las redes sociales, en una hora ya estaban haciendo acopio de víveres y ayuda para ellos y en un gesto solidario, el gobierno del D.F. resolvió la logística de envío y demás.
Puede no ser cierto, puede ser como dijo el Gober, “la injerencia de gente sin escrúpulos que miente y engaña a personas de buena fe con este tipo de falsa información”. ¿Me puede decir este señor que no hay hambruna en la Sierra, que mientras sus diputados, senadores, secretarios y él mismo, derrochan sin rubor los recursos, no hay quien se muera de hambre, sin esperanza de algun cambio en su situación y la de su familia?. ¡Vergüenza!
Doña Arminda, en su infinita sabiduría decía: "tal vez no sea cierto, pero prefiero ayudar a alguien que no lo necesita, que dejar de ayudar a alguien que lo necesita". ¡Bien por la gente del D.F. que salió a apoyar a otros mexicanos desesperanzados... bien por la gente buena!
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