Kórima

Con una sonrisa una pequeñita rarámuri de unos cuatro años recibe una caricia del reportero que cubre la triste realidad de este pueblo. Descalza, con su cuerpecito lleno de tierra y cubierta con harapos de color indefinido, que dificilmente la cubrirán de los espantosos frios de la sierra Tarahumara, sonríe porque por fin les llegó ayuda, una despensa para cada familia; una gloriosa despensa que mitigará su hambre por ...¿quince dias?... ¡si les va bien! , todo ello con cobertura nacional en todos los medios informativos.

Mexicanos son estos indígenas que sufren la peor y más larga sequía que tengan memoria y la siembra, su fuente de alimento, se perdió por completo. Ahora lo que domina es la devastación, la impotencia, la desesperanza. Literalmente se están muriendo de hambre. Sobreviven gracias al kórima, vocablo rarámuri que designa una tradición de compromiso social, basada en la ayuda y el apoyo mutuo: "si alguien tiene un saco de frijol, lo reparte entre todas las familias de la comunidad, en partes iguales". Y así van tirando, día a día.

Son tan mexicanos como nuestros 500 diputados y 128 senadores cuyas nóminas en 2011 fueron de ¡3,317 millones de pesos!! , un ministro de la Suprema Corte gana 6 millones de pesos al año, los seretarios de estado ganan 200 mil pesos mensuales y así...más de 660 mil plazas de director general en toda la estructura gubernamental. Esto es sin contar el manoteo sexenal... por cierto, las elecciones nos están costando 21,000 millones de pesos, ¡y todavía nos hablan de moral!. Si estos distinguidos mexicanos, siempre dispuestos a sacrificarse al servicio de sus compatriotas, practicaran el Kórima, aunque sea con una décima parte de sus ingresos, otra sería la cara de este pais. ¿A qué le tiro cuando sueño....?

Comentarios

Entradas populares