La Chita, mi prima

Desde siempre, mi vida ha estado ligada a una mujer admirable en todos los sentidos: la Chita, mi prima. Es solo dos años mayor que yo, pero desde que tuve uso de razon se convirtio en mi referente y en el objeto de mi admiracion incondicional. Aunque se divertia como enana metiendome constantes sustos que me dejaban temblando y jurando que nunca mas volveria a caer en sus bromas, era muy grande la tentacion de estar a su lado; ella tenia decenas de muñecas, sabia de artistas, se vestia divino, tenia un cabello impresionante, largo y brillante; conocia a todo el mundo, cantaba, tocaba el piano... en fin, era todo lo que cualquier niña, adolescente o jovencita podria soñar. Y era feliz. Sus padres, abuela, hermano, primos amigos...todos girabamos en torno a ella.

Asumiendo su rol de "hermana mayor" guio mis primeros pasos hacia la adolescencia. Pinto mis labios por primera vez y me puso rimmel en las pestañas. Con ella fui a mi primer baile despues de que paso horas tratando de convencerme de que a los bailes no podia llevar calcetas escolares. Juntas nos pusimos nuestros primeros zapatos de tacon y salimos a dar la vuelta y a vivir la experiencia de nuestro primer piropo callejero, cortesia de un desconocido que conducia una vieja bicicleta. Fue la primera vez que nos decian algo asi...nos temblaban tanto las piernas que apenas pudimos regresar a la casa, ruborizadas y sonrientes.

Su mundo color de rosa se vino abajo a sus 17 años, cuando murio su mama, que era el pilar de aquella familia. Y para confirmar la regla que dice que las desgracias nunca llegan solas, su vida empezo a brindarle una tristeza tras otra. De repente se vio en medio de una voragine de acontecimientos fuera de todo control y tuvo que sacar la casta. Aquella muñequita fragil y sobreprotegida dio paso a una gran mujer, ejemplo de entereza y de valor. Asumio las circunstancias que la vida le presento con la cara muy en alto.

Luchadora incansable, mujer trabajadora, tras pasar buena parte de su vida adulta en una oficina acumulando logros y reconocimientos, por fin se jubila. Hoy los ojos le brillan mas que nunca y su sonrisa caracteristica es ahora mas amplia y constante. Es feliz.

Ha sido la mejor hija, la mejor madre, la mejor abuela que alguien pueda tener. Para mi, la mejor prima, la mejor hermana. Me faltan palabras para agradecerle su ternura, su solidaridad, su amor. Mi admiracion por ella crece cada vez mas...¿como decirselo?

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