Esos locos viejitos

No tengo dudas, Dios los puso ahí. Esos locos viejitos que no exigen nada; que rien, cantan y lloran sin tapujos, que no esperan que seamos mejores o peores. Aman lo que somos, tal y como somos. Son mis amigos, mis entrañables amigos.

Están ahi desde que éramos jovencitos, coincidimos en la misma escuela, pero teníamos en ese entonces muy distintas ideas de lo que sería nuestra vida. Pasamos perdidos entre los centenares de alumnos que abarrotábamos los salones de clase. La vida hizo su chamba con nosotros y nos bajó de la nube en la que nuestros sueños y ambiciones nos habían colocado. Ya de regreso en la realidad nos encontramos con otros que antaño veíamos de lejos, hermanados ahora por el mismo proceso de aterrizaje en el mundo real.

Poco a poco nos hemos ido juntando en grupos de dos, de cinco de más. Unos se unen, otros se separan y así se ha consolidado este grupo de viejitos locos, despistados y hasta gruñones a veces pero felices de pasar juntos unas horas cada mes acompañados con las guitarras, tratando de recordar las letras de las canciones que antes cantábamos con tanta soltura y que ahora se nos olvidan... frecuentemente mezclamos melodías y terminamos cantando dos canciones diferentes al mismo tiempo, en medio de fuertes carcajadas.

Es un privilegio tenerlos y convivir con ellos. Se que seguirán ahí el resto de nuestras vidas y su presencia será cada vez más valiosa. Seremos esos viejitos alboroteros que hablan de los mismos temas ante las sonrisas indugentes de nuestros hijos y demás familiares. Dios los puso ahí y son una bendición. Son mis amigos.... mis queridos, entrañables amigos.

Comentarios

Entradas populares