Lo Había Olvidado

Hace unos días estuve en la presentación de un concierto de Julieta Venegas. Habia, por supuesto mucha gente joven disfrutando al máximo la interpretación de esta gran artista. Yo hubiera jurado facilmente que media ciudad alcanzó a escuchar la música, dado el volúmen de la misma, pero los jóvenes que me rodeaban estaban en éxtasis, coreando las canciones y gritando a voz en cuello "te amo Julieta", sin importar el exceso de decibeles, o más bien encantados con ello. Algunas muchachas hasta lloraban.... ¡jóvenes!

Hoy fui a ver a Consorcio, antes Mocedades. De entrada me llamó la atención la respetable asistencia. Estaba el auditorio repleto de cabecitas blancas; aquello parecía un campo de algodón. Muchas caras conocidas.

Salió el grupo que tanto nos hizo cantar, soñar, enamorarnos...ellos también con sus cabellos blancos y una muy delgada Amaya, sentada en silla de ruedas. Estoy segura que a la mayoría de los asistentes se les estrujó el corazón, igual que a mi. "Eres tu", fallas en los micrófonos, voces forzadas y un público totalmente entregado, cantando a gritos aquellas canciones de nuestra juventud. Con gran esfuerzo alguien gritó "te amo Amaya" y pude ver algunas señoras llorando sin ningun rubor. Yo misma tragué gordo con las notas de Dónde Estás Corazón que me hace recordar a doña Arminda.

Aunque todavía hacen extraordinarias armonías con sus voces, las canciones ya son interpretadas en un tono más bajo y el aire a veces no les alcanza. Pero si alguien lo notó no tuvo la menor importancia. Nosotros, su público, cantamos y bailamos y formamos un solo mar de cabezas blancas brincando como palomitas de maíz. Y gritamos igual que aquellos jovencitos gritaban con Julieta Venegas. La adrenalina es la misma, la emoción también.... lo había olvidado.