La Abuela

Ajonjolí de todos los moles, el alma de las fiestas, "un ser de otro planeta", esa es mi comadre, la Betty, otrora una chamaca de lentes redondos y el cabello recogido en un par de colas tipo Chilindrina, que competía para Madrina de la Prepa, ahora una flamante abuela que fiel a su estilo, quisiera poner una cartelera en el cerro de la Campana, para anunciar el arribo de su primer nieto.

Me resulta fácil imaginarla como abuela, porque fue una mamá entregadísima a sus tres demandantes retoños y a sus incontables "hijos postizos" que ha venido adoptando a lo largo de su amplia carrera magisterial. Por si fuera poco, funge como mamá de su adorable y adorado progenitor, hermanos, sobrinos, amigos y, por supuesto, el Barril, su anciano perro. Me la imagino muy atareada, abriendo espacio en su ocupado corazon, reacomodando a todos los demás para dejar el centro limpiecito para Emilio, su tan esperado nieto.

Será un espectáculo digno de verse. Y será un placer ver crecer a ese pequeño demonio abriéndose paso entre las piernas de sus jóvenes padres y la mirada orgullosísima de la abuela.

¡Felicidades querida amiga! ¡Bienvenida a esta nueva etapa de tu vida, que la disfrutes y la vivas plenamente, como tu sabes hacerlo!.