tag:blogger.com,1999:blog-82677961132328849062024-03-07T20:30:40.988-08:00cuentagotasMaricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.comBlogger85125tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-50424465211127239632019-09-01T11:53:00.002-07:002019-09-01T11:53:37.642-07:00Adriana<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="background-color: white; color: #1c1e21;">Nos conocimos allá por principios de los ochentas. Yo llegaba cargada de inseguridades a trabajar en una agencia de publicidad en Mexicali, ciudad totalmente desconocida para mi; ella era una mexicalense de pura cepa, que fungía como alta funcionaria en la radio AA, justo a un lado de mi negocio.</span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br style="background-color: white; color: #1c1e21;" /><span style="background-color: white; color: #1c1e21;">Muy alta, con el cabello alborotado y grandes pulseras, parecía gitana y, como broma, solía echar las cartas, sacando de la manga predicciones de lo más bizarras, que nos tiraban de </span><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1c1e21; display: inline;">la risa. Con el tiempo se unió a mi equipo de trabajo hasta el día que se casó y se fue a vivir a Phoenix, Arizona.</span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1c1e21; display: inline;"><br />Vivió en ese ambiente desconocido para ella, pues no dominaba el idioma y, al no ser ciudadana, no podía trabajar. Perdió a su marido en un accidente y se vio de pronto con una pequeña niña</span></span><span style="background-color: white; color: #1c1e21; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> que dependía sólo de ella, pues no tenía más familiares en aquella ciudad.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #1c1e21; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1c1e21; display: inline;">Así enfrentó al mundo, hizo de Phoenix su segunda patria, se convirtió en ciudadana y por 20 años ha desempeñado un trabajo que la llena de satisfacción. Aquella jovencita sobreprotegida se convirtió en una madre extraordinaria; excelente hermana, hija y amiga.</span></span>Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-2856005685095030352019-09-01T11:50:00.001-07:002019-09-01T11:50:24.259-07:00La Garris<div style="background-color: white; color: #1c1e21; font-size: 14px; margin-bottom: 6px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Si te quieres imaginar a la Güera, de seguro te vendrán a la mente, sus ojos azules llenos de chispas y sus risa súper contagiosa. Pocas personas conozco con el espíritu tan positivo; tan fiesteras, argüenderas y animosas. Convive encantada con gente de todas las edades, sobre todo con los jóvenes, empezando con sus tres retoños, que observan sus barbaridades con diversión, tolerancia y disimulada admiración.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #1c1e21; font-size: 14px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Dentro de los siete hijos de doña Nela y don Joaquín Paniagua, la G<span class="text_exposed_show" style="display: inline;">üera se distinguió por su ingenio y, a veces, también por su genio. En una ocasión, jugando con su hermana, calificó de "garraleta" al entonces novio de ésta, quien también posee un agudo sentido del humor. Esa anécdota se sigue narrando en la familia, en medio de fuertes carcajadas y le ganó, desde ahí, el apodo de "la garris".</span></span></div>
<div class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1c1e21; display: inline; font-size: 14px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><div style="margin-bottom: 6px;">
A jalones y estirones ha sacado a sus hijos adelante y no recuerdo haberla visto derrumbarse o tirar la toalla. Sus hijos mayores ya rebasaron su estatura, aún cuando ella es muy alta y su única hija mujer, la más pequeña, es un sol de criatura; toda dulzura y amor.</div>
<div style="margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
Hace tres años sufrió una de las más grandes pérdidas de su vida: la muerte de Roberto, su hermano mayor, su ídolo. Pero al igual que su mamá, mostró una fortaleza extraordinaria y se ha dado a la tarea de servir de pilar emocional a Martha, su viuda. Juntas han vivido emocionantes experiencias.</div>
<div style="margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
Es Sandra, "la Garris", una de las personas que yo más admiro y respeto por su entusiasmo y su temple.</div>
</span></div>
Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-61589161975615349642019-08-27T17:58:00.002-07:002019-09-01T11:11:04.706-07:00Cuando un amigo se va<span style="background-color: white; color: #1c1e21; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif;">Cuando un amigo se va, queda un espacio vacío…cuántas veces habré escuchado a Alberto Cortés con esta canción sin fijarme realmente en la letra. Ayer, mientras manejaba rumbo a la funeraria a decirle el último adiós a ese señor fuera de serie, el inigualable Payo Estardante, puse por fin atención a la letra. </span><br />
<span style="background-color: white; color: #1c1e21; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif;">El dolor era tan intenso, que no me permitía pensar con claridad y, a pesar de que deseaba expresarle mi enorme gratitud por haberme permitido disfrutar de su amistad, d</span><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1c1e21; display: inline; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif;">e su música y de su incomparable sentido del humor, en esos momentos sólo podía llorar la pérdida de ese entrañable amigo.</span><br />
<span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1c1e21; display: inline; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif;"><br /></span>
<br />
<span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1c1e21; display: inline; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif;"><br /></span><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1c1e21; display: inline; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif;">Quienes tuvimos la suerte de convivir con él, sabemos que era alegre, cantador, a veces rezongón, con un corazón del tamaño de la luna…¡todo un tipazo!. Un maldito cáncer nos lo quitó, pero no lo venció porque hasta el último momento estuvo bromeando. Era el líder de Los 4 Fantásticos, un pequeño grupo formado por su compadre y compañero desde el kínder, Humberto Ruiz; su otro gran amigo, herencia de la Prepa Uni-Son, Rodolfo (Fito) Munguía y yo, que creo que vine a integrarme con ellos por cuestiones de equidad de género. Nos reuníamos los cuatro para cantar y cuando el Fito le preguntaba en qué tono quería que le acompañara una canción le contestaba tirado de la risa: “en el que quieras, al cabo que yo la voy a cantar en el que me de la gana”.</span><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1c1e21; display: inline; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif;"><br /></span><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1c1e21; display: inline; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif;">Hoy nos quedamos mochos. Nos falta un brazo y un pedazo de corazón. Nos falta el Payo, “el Payito” como le decía a veces y nos deja con un enorme vacío. Sabemos que ya vuela libre, que ya no tiene dolor, que debe haber buscado a su ídolo John Lennon en cuanto puso un pie en el cielo y que debe haber cantado a dueto con él su canción favorita: Imagine ….en el tono que sea… sabemos que está mejor. Pero ¿cómo nos quitamos este dolor en el alma por su ausencia?</span><br />
<br />
<span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1c1e21; display: inline; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span>Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-6061637440225350172019-08-27T14:51:00.002-07:002019-09-01T11:11:32.985-07:00La quería yo tanto y se fue<span style="color: #1c1e21; font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="background-color: white;">Hace ya 35 años de que doña Arminda se durmió para siempre y no pasa un día sin que de una u otra forma se manifieste su presencia en nuestras vidas. Recordamos su sentido del humor, su comida, su música, pero sobre todo su gran amor. La recordamos sin dolor, con profundo agradecimiento por haber sido parte de su entorno y hasta sus descendientes que no la conocieron han hecho de ella una leyenda familiar: es la "Uma" de todos y todos tienen algo que ver con ella, en un milagro de amor.</span></span><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span class="textexposedshow"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span class="textexposedshow"><br />
<span class="textexposedshow">¿Cuántas personas hay en el mundo que quisieran
lograr esa trascendencia?... hacen cosas increíbles para "pasar a la
posteridad" y generalmente son olvidadas a la vuelta de la esquina. Desde
la infancia se hace presente el imperativo de destacar en lo que se haga, de
dar el 120%, de ser los mejores para que su huella perdure, con un resultado
previsible: legiones y legiones de adultos estresados, frustrados y deprimidos,
en el mejor de los casos, y en el peor, amargados y resentidos, por no haber
alcanzado los estándares establecidos.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span class="textexposedshow"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span class="textexposedshow"><br />
<span class="textexposedshow">Ella, la Uma de nuestra familia, no buscó la
trascendencia que logró... estaba muy ocupada con su enorme familia, agregados
y anexos. Siendo extraordinariamente inteligente definió sus prioridades y se
fundió en ellas con alegría y amor. Defendía su posición pacifista, asegurando
que el conflicto no lleva a ninguna parte. Que si nos peleamos con alguien que
es más fuerte, es como escupir hacia arriba; que le damos poder sobre nosotros
a quienes tienen la capacidad de hacernos enojar y que el que alguien piense
diferente, no lo hace nuestro enemigo. </span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span class="textexposedshow"><span class="textexposedshow"><br /></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span class="textexposedshow"><span class="textexposedshow">Promovió la unión y la integración con
alegría y formó una familia unida, con miembros diferentes y hasta opuestos en
personalidad, intereses y preferencias políticas, pero respetuosos todos de la
individualidad y decisiones de cada quien... con un amor incuestionable. </span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span class="textexposedshow"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span class="textexposedshow"><br />
<span class="textexposedshow">Hoy la recuerdo con mayor intensidad. Su fuerza era
nuestro pilar cuando en el exterior la situación era confusa. Ella veía las
cosas con gran sencillez y claridad. Hoy quisiera ser recipiente de su gran
sabiduría. Me pregunto cuál sería su opinión sobre lo que estamos viviendo, me
encantaría saberlo... pero se fue. La quería yo tanto y se fue, para nunca
volver.</span></span></span><o:p></o:p></div>
<br />Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-57706949584069128162019-08-27T14:43:00.001-07:002019-08-27T14:43:14.242-07:0025 años después...<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">—¡Eso no
es posible!— exclamó sonriente Antonia mientras se escapaba de los brazos de
Roberto. <o:p></o:p></span></div>
<br /><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">–Por algo
las películas sobre viajes en el tiempo las encuentras en los anaqueles de
ciencia ficción. El tiempo es plano, lo pasado ya pasó y el futuro aún no
llega; sólo tenemos el presente, esto que nos dura un instante. Y entiendo tu
gusto por el tema, digo, puede ser bastante entretenido, pero de ahí a pensar
que sea una realidad… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">–Lo mismo
se pensaba en la edad media sobre la electricidad –agregó<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Roberto, su novio desde hacía dos años, con
voz de quien ha encontrado una verdad irrefutable— es más: en aquel tiempo
hubieran quemado en la hoguera por brujería a quien les mostrara una lámpara.
¿Te imaginas a la santa inquisición con un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ipod?</i>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">–Pero ya
en serio, si no crees que existan, por lo menos deberías estar abierta a la
posibilidad de que en algún momento descubramos el misterio del tiempo y el
espacio y podamos hacer ese tipo de viajes ¿no crees? –continuó—.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Precisamente ayer estuve viendo en uno de
esos canales de investigaciones científicas, sobre un profesor de física en la
Universidad de Connecticut que ha hecho investigaciones y experimentos sobre el
tema. Ronald Mallett es un científico muy reconocido por sus estudios sobre
relatividad general, gravedad cuántica y viajes por el tiempo. ¿Crees que le
hubieran dado el premio a la excelencia en enseñanza si no creyeran que lo que
él dice es por lo menos posible? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">—Pues sí,
muy premiado, muy reconocido, pero ni él ha podido hacerlo realidad ¿ya ves?
Aunque pensándolo bien no sería mala idea. Si así fuera, lo que me gustaría es
viajar a aquella fiesta del cumpleaños de tu hermanita, donde la resbalosa de
la minifalda, se te pegó como chinche, con el cuento de que “le encanta la
arquitectura”... ahí me hubiera gustado estar para cantarle unas frescas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">— Es que
en verdad le gustaba la arquitectura – dijo Roberto riendo, al tiempo que
esquivaba un trapo de cocina que le lanzó su novia con mirada de “más te vale
quedarte callado.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">—Mallett
a sus 64 años, sigue empeñado en realizar viajes por el tiempo. En una
entrevista contó que su padre murió de un infarto a los 33 años. El sueño de su
vida es viajar al pasado para salvarle la vida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">—Eso lo
puedo entender –respondió Antonia mirando al suelo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">De
repente el tono de broma había desaparecido por completo. De nuevo regresaba a
Antonia ese sentimiento que desde la muerte de su padre no se había podido
sacudir del todo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>—Desde que tuve uso de razón, escuché a mi
papá fantasear sobre lo que haría él si pudiera retroceder algunos años. Le
hubiera encantado conocer a su abuela, que fue todo un personaje. Se atrevió a
desafiar las costumbres ultra conservadoras de mediados del siglo XIX en
Guanajuato. ¿Te imaginas? Se escapó con mi bisabuelo cuando sólo tenía 13 años
y se casó con él –que debe haber sido guapísimo, según las fotos que tiene mi
abuela por ahí— en contra de la voluntad de su padre, un señor bastante
intransigente, por cierto… A mí también me hubiera gustado conocerla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">La
expresión de Roberto también cambió. La sonrisa se había borrado de su rostro y
en su mirada se notaba un color entre tristeza y añoranza. El padre de Antonia,
quien había fallecido apenas dos meses atrás, disfrutaba platicar con Roberto
sobre las cosas que él soñaba y que las incrédulas mujeres de su casa habían
descartado hace mucho tiempo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">—La
última vez que platicamos fue sobre eso. Don José me confesó que creía
firmemente que los viajes en el tiempo van a ser posibles algún día; y más
pronto de lo que imaginamos. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>—Notando la
nostalgia en Antonia, continuó—. Ese mismo sentimiento que tienes ahora es el
que ha llevado a los científicos de todos los tiempos a investigar sobre el
tema. Es que si fuera posible imagínate todo lo que se podría hacer; podríamos
conocer a Cristo, o a los Reyes Católicos o a Hidalgo y Morelos. Podrías vivir
cualquier momento de la historia sobre la que tanto has estudiado y ahora das
clases. Incluso podrías conocer a tus bisabuelos y conocer de primera mano tus
raíces. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">—Pero
bueno, me voy porque mañana tengo una exposición muy temprano y si sigo
hablando de este tema me quedo tres días sin salir de aquí, lo cual no sería
tan mala idea, —dijo con una sonrisa de complicidad, mientras abrazaba a
Antonia por la espalda y le robaba un furtivo beso de despedida.<o:p></o:p></span></div>
<br />Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-72945751959459100912019-08-27T14:39:00.000-07:002019-08-27T14:39:09.843-07:00El "don"<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">El
trabajo de parto había iniciado horas atrás. María estaba sumamente nerviosa.
Había rogado a Dios que sus hijos no heredaran el <i>don</i> de su abuela… y así había sido hasta ahora con sus dos
primeros: Alejandro, el mayor, no presentaba signos de la extrema sensibilidad
espiritual que a su abuela le ocasionó
tanto dolor —la tacharon de bruja e hicieron de su vida un infierno—, mientras
que Fernanda, la segunda, centraba su existencia sólo en la moda juvenil y los
artistas de éxito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">Pero la
noche anterior María había soñado con su abuela. Le sonreía cariñosamente y le
extendía sus manos llenas de luz, en un obsequio divino. María despertó bañada
en sudor y en el mismo instante sintió el primer dolor agudo, síntoma de que
empezaba el alumbramiento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">—Dios,
¡por favor no!— repetía angustiada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">De
pequeña le tocó vivir el rechazo absoluto de los habitantes del poblado en
donde nació, por ser nieta de aquella bondadosa mujer que ayudaba a todos, pero
que causaba terror con sus visiones. El cura del pueblo instigaba a sus
feligreses en su contra. Tuvieron que salir huyendo
una noche de octubre, con el miedo como<b> </b>acicate,
ante su creciente agresividad. Una vieja
combi, propiedad de su padre, fue su medio de transporte y así llegaron con
dificultad a Hermosillo. “En una ciudad tan grande”, —pensaban en aquel tiempo—,
“con tantos habitantes, podríamos pasar desapercibidos”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">La abuela
guardó absoluto hermetismo desde ese día. Nunca más habló de sus visiones y se
fue consumiendo poco a poco ante los ojos desconsolados de María, que la
adoraba. Antes de morir tomó la mano de la niña y la observó por un rato con
profundo cariño.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">— Las
mujeres de esta familia hemos recibido un <i>don</i>
de Dios —le dijo. —Cada tres generaciones se repite. Alguna hija tuya lo tendrá
y deberás apoyarla y orientarla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">María no
entendía aquello. Sólo sabía que había sido el <i>don</i> de su abuela lo que los hizo salir del pueblo de esa manera.
También sabía que su madre lloraba a escondidas por el sufrimiento de la
anciana. Ese era un <i>don</i> que ella no
quería para las hijas que alguna vez tendría, como le vaticinó su abuela.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">Cuando
nació Fernanda y a medida que fue creciendo, se
mantuvo en vilo escudriñando cada gesto, cada mirada, temerosa de
descubrir en ella el <i>don</i>. Poco a poco
se convenció de que la niña estaba libre de lo que ella consideraba una
maldición. Con una parejita de hijos decidieron que su familia estaba completa.
Su esposo, José, un hombre comprensivo y amoroso, apoyó a María en esta
decisión a pesar de que le hubiera encantado tener más descendencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">En el
cumpleaños número 12 de Fernanda, se enteró que iba a ser madre de nuevo. Hacía
tiempo que había abandonado los viejos temores, por lo que se dedicó con
alegría a vivir su embarazo... hasta la noche anterior, que su abuela se le
presentó en sueños.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">“Si es un
varoncito, no habrá peligro”, se decía, “el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">don
</i>sólo ataca a las mujeres.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">Los
dolores arreciaban. Quería que José estuviera a su lado, pero eso no estaba
permitido. Un dolor intenso, más fuerte y más agudo que los anteriores, la hizo
emitir un grito ronco, desgarrador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">— Es una
niña preciosa —le dijo el doctor mostrándosela.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">Tenía
carita de ángel, con su nariz respingada y tres pelitos rubios en la cabeza.
María sintió una gran calidez en el corazón y la abrazó rebosante de amor.
Cuando la bebé abrió los ojos y la miró, lo supo: ella sí tenía el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">don.</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">“Yo te
voy a proteger, mi chiquita”, le dijo arrullándola, “ y vas a tener una vida normal
y muy feliz.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">José
entró en la habitación y supo lo que era amor a primera vista: era la criatura
más hermosa que había visto en su vida y desde ese momento, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se convirtió en su esclavo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">— Tiene
el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">don —</i>los ojos de María estaban
cuajados en lágrimas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">José la
besó tiernamente y trató de tranquilizarla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>—Son otros tiempos –le dijo—; nuestra niña
crecerá libre de supersticiones. Y si realmente ese <i style="mso-bidi-font-style: normal;">don</i> existe, bienvenido sea, dijo riendo. Tomó a la pequeña en sus
brazos, orgullosísimo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">“Vas a
ser feliz toda tu vida” su risa se oía hasta el pasillo del hospital, “nosotros
te vamos a cuidar y a consentir y a amar siempre, ¿verdad preciosa?” Una
pequeña sonrisa de la niña premió los mimos de su padre, enloqueciéndolo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">“Todo va
a estar bien”, pensó María un poco más tranquila, “con tanto amor, todo tiene
que estar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>bien. “<o:p></o:p></span></div>
<br />Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-31534693310154908422014-12-01T11:08:00.002-08:002014-12-01T11:08:41.819-08:00Mi NiñaSe anunció después de que un galeno chiapaneco nos había asegurado que no podríamos tener bebés. Sus papás apenas habíamos brincado la adolescencia y, en muchos aspectos, aun seguíamos instalados en ella. El primer año después de nuestra boda, lo vivimos en el D.F. gozando de la libertad que nos permitía nuestro certificado matrimonial y jugando a la casita...la eventualidad de que pudiéramos tener un bebé no pasaba por nuestra cabeza.<br />
<br /><br />
El trabajo de su papá nos llevó a cambiar de residencia a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. "Al otro lado del mundo", decía don Ray. Ahí, cuando menos lo esperábamos se anunció la Moni, nuestra primera hija y la primera nieta en las dos familias. Yo, que contaba entonces con 20 años, viví el embarazo como un juego. Salía a pasear al parque y le platicaba lo que veía y que pronto ella (o el, en ese entonces no se predecía el sexo) vería. Me encantaba sentir su respuesta con alguna patadita en mi vientre.<br />
<br /><br />
Nació enorme por parto natural sin ningún tipo de anestesia. Doña Arminda y don Ray llegaron a Tuxtla dos horas después del parto. En los cuneros era la más larga, don Ray no cabía en sí de orgullo. Durante la semana que duró su estancia , recibimos lecciones intensivas de cómo cuidar a nuestra criatura. El día que se iban, doña Arminda a duras penas contenía las lágrimas y yo temblaba presa del pánico con mi bebé en brazos ¿sería capaz de sacarla adelante?.<br />
<br /><br />
Nuestra vida fue una serie de "primeras veces": la primera ahogada, la primera enfermedad, la primera ida a la escuela, los primeros cumpleaños, la primera adolescencia, el primer noviazgo, la primera boda....no hubo tiempo de ensayar. Cambié las muñecas y los monos de peluche por una pequeñita de carne y hueso que dependía totalmente de mí. Todavía me asusta la cantidad de errores que cometí con ella.<br />
<br /><br />
Tenía seis meses de nacida cuando regresamos a nuestra ciudad, cerca de nuestros padres y hermanos y, sobre todo, cerca del amor de quien fue siempre nuestro ángel guardián: doña Arminda.<br />
<br /><br />
Ahora es madre, esposa, empresaria y enfrenta sus propias decisiones, aunque para mí seguirá siendo siempre esa chiquita rebelde, demandante y llena de ocurrencias entrañables. Para mi seguirá siendo siempre Mi Niña.<br />
<br /><br />
<br />Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-50339542607222540392014-11-27T09:56:00.001-08:002014-11-27T09:56:10.551-08:00Los CuatesLos últimos meses de su embarazo veíamos a doña Arminda caminar pesadamente por el pasillo de la casa, deteniéndose de las paredes. Su última hija -la Chechy- , tendría apenas once meses cuando naciera el bebé que esperaba, que a todas luces sería enorme. El agotamiento de doña Arminda era evidente y le dolía no poder ni siquiera levantar en brazos a su niña de meses.<br />
<br /><br />
Cuando por fin llegó la fecha en que daría a luz, don Ray la llevó al hospital y nosotros nos quedamos esperando la buena nueva...¿será niño o niña? ni por asomo se nos ocurría pensar en la eventualidad de que fueran dos. Y así lo confirmó don Ray, cuando en la noche regresó con la noticia: ¡eran cuates! dos niños que nacieron grandes, de parto natural, sin anestésicos, analgésicos o ayuda alguna para soportar el dolor, ¡doña Arminda seguía siendo una luchadora!<br />
<br /><br />
Tras ser dada de alta, llegó a casa sonriente, con un par de bultitos envueltos apretadamente en sendas cobijitas. Tras ella venía un desencajado don Ray, que todavía no terminaba de digerir la doble responsabilidad que ahora tendría. Y así fue: las enfermedades se presentaban por partida doble; uno de ellos estuvo al borde de la muerte mientras la Chechy sólo miraba el alboroto, calladita desde su cuna. La cama matrimonial quedó rodeada de cunas en sus tres flancos. A veces terminaba doña Arminda exhausta, boca abajo en la cama, empujando una cuna con cada pie y la otra con la mano. Había siempre un radio prendido, "para que se acostumbraran al ruido".<br />
<br /><br />
Crecieron entre cerros de pañales que no se secaban en la helada Nogales; había que ponerlos frente al calentón. Amanecían mojados hasta la nuca y cambiarlos con cuidado de que no se enfriaran era una tarea que ocupaba una hora por las mañanas. Y todos estábamos encantados, empezando por doña Arminda y don Ray. La casa era un hormiguero llena de risas, bromas y uno que otro llanto.<br />
<br /><br />
Con personalidades totalmente diferentes, optaron cada uno por la profesión que más se adecuaba a su carácter. Francisco -el Caco- se convirtió en arquitecto y Fernando -el Tana- se decantó por la Administración de Empresas.<br />
<br /><br />
Ahora los dos son empresarios de éxito, padres de familia y miembros destacados de la sociedad, Francisco en Ensenada y Fernando en Hermosillo. Son músicos de corazón y les encanta el golf. Son padres amorosísimos y buenos maridos, al decir de Marthita y Thelma, sus respectivas esposas... y son felices. Doña Arminda y don Ray pueden estar satisfechos.<br />
<br /><br />
Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-32596436588780570042014-11-25T10:40:00.001-08:002014-11-25T10:40:25.834-08:00La PapúEs la hermana más pequeña de doña Arminda. Fue algo así como el pilón de una familia de siete, todos con fuertes personalidades y mucho talento musical. Doña María, la mamá, educada por sus padres en el más puro estilo tradicional, pensaba que el papel de las mujeres era atender a los varones y así lo impuso también en su propia descendencia. Las tres hermanas debían respeto y sumisión a sus cuatro hermanos. Doña Arminda no tuvo mucho problema con esto, pues al ser la mayor, se casó pronto y salió del ámbito familiar. La segunda, María Elena, también se casó pronto y se libró de esa carga... fue a la Papú, muchos años más chica, a quien le tocó lidiar con esa cruz. Dueña de una belleza extraordinaria, recibía halagos y atenciones al por mayor, pero eso no impedía que tuviera que mover catres y atender hacendosa a sus hermanos... situación que nunca aceptó del todo y la convirtió en una defensora convencida de la igualdad de género. <br />
<br /><br />
Empezó a trabajar muy jovencita y destacó por su gran sentido de responsabilidad y capacidad de análisis. Estas cualidades le llevaron a entregar su corazón y su vida a un hombre extraordinario en todos los sentidos, Carlos, un atractivo abogado dueño de una inteligencia superior, idealista y de gran generosidad. Juntos formaron una familia unida, que los han llenado de nietos y los han convertido en los típicos abuelos que, orgullosísimos, no dudan en presumir sus increíbles hazañas.<br />
<br /><br />
Su casa ha tenido las puertas abiertas a cada miembro de esta gran familia que, en diferentes momentos ha necesitado de su apoyo. Han sido padres sustitutos para la mayor parte de sus sobrinos y con amor, han dado cobijo en navidades y celebración de fechas especiales a quienes pasan por un momento de vulnerabilidad.<br />
<br /><br />
A la Papú, su gran sueño de sanar enfermedades del cuerpo y alma, la ha llevado a investigar con denuedo todo tipo de síntomas y métodos terapéuticos. En su momento ocupó un cuarto de su casa a recibir a familiares que atendía encantada. Así ha ido adquiriendo equipo de diagnóstico y curación que ha instalado en su flamante oficina/consultorio en donde se le puede ver feliz y realizada.<br />
<br /><br />
Los García de León les reconocemos a los dos su gran solidaridad y amor y desde el fondo de nuestro corazón les decimos ¡GRACIAS!, así con mayúsculas. Han sido una bendición más en nuestra vida.<br />
<br /><br />
Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-68576170191839740032014-11-15T11:43:00.000-08:002014-11-15T11:47:22.189-08:00Nuestro Germany<br />
Siempre fue un buenazo: soñador, iluso y un poco ingenuo. Le encanta hablar de sus proyectos y sus experiencias y, a pesar de que ha viajado por buena parte del mundo, sigue asombrándose y se maravilla con cada rareza o vivencia que considera fuera de lo común.<br />
Fue el número siete entre los hermanos y sufrido receptor de la vocación carrillera de los mayores. Quedó hecho "sándwich" entre los mayores y los más chicos; no encajaba de lleno en ninguna de las dos categorías. Estudió su carrera en otra ciudad y eso le ayudó a forjar su personalidad.<br />
Cuando doña Arminda se durmió para siempre, la familia en pleno se trasladó a Mexicali. Fue un cambio radical, venían de una casa muy grande, en donde siempre estaban las puertas abiertas, aun en la noche, donde siempre había gente circulando, en un entorno familiar, con miles de amigos; con mamá, papá, abuela, un piano, guitarras, música y carcajadas; en donde no faltaba comida caliente y en cantidades abundantes para todos, incluyendo familiares y amigos. En Mexicali, pasaron a vivir a una casa de fraccionamiento, donde había que usar la llave para abrir la puerta. Ya no había ni mamá, ni abuela y la comida había que prepararla. La salud de don Ray, se deterioró a pasos agigantados y, de repente el Germany pasó a ser el hermano mayor, con responsabilidades muy ajenas a lo que hasta ese día había sido su vida.<br />
Su descontrol fue muy grande. Tenía trabajo formal por primera vez en su vida; una familia de cuatro hermanos menores y un papá que también cargaba en esos momentos con la confusión y caos que le produjo ese cambio tan drástico en su vida. Los roles no estaban definidos, había que ir probando nuevas formas de funcionar como familia y gran parte de esa responsabilidad recaía en el Germany que, azorado pensaba que ya no le dolía lo duro sino lo tupido.<br />
Con el paso de los meses fue estabilizándose y enfrentó la pérdida de don Ray, quien había sido la cabeza de la familia. Ahora le tocaba a él la responsabilidad de ese hogar y, aunque contaba con el apoyo irrestricto de sus hermanos mayores, todavía quedaban en casa cuatro hermanos solteros, la menor de ellos de tan sólo 17 años.<br />
Fue por esas fechas que conoció a quien ha sido su compañera, su cómplice, su ángel, su cruz... Teresa, la Güera; una mujer con gran personalidad que ha sido el complemento ideal en su vida. Es su esposa, mamá de sus tres hijos y su único, gran amor.<br />
Ahora es todo un señor. Empresario exitoso, músico de corazón y padre y esposo amorosísimo. Vive en Ensenada, lejos de sus hermanos y saborea hasta el último minuto en las reuniones multitudinarias que organiza la familia dos o tres veces por año.<br />
Es muy buen esposo, muy buen padre, muy buen hermano... puede sentirse satisfecho. Es un tipazo... es nuestro Germany.Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-70398646191247012142014-11-11T10:30:00.000-08:002014-11-15T10:46:34.730-08:00Para los Demás<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Esta familia, a la que tenemos la suerte de pertenecer, es especial en muchos aspectos:</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Somos muchos -y tendemos a crecer, en número, en medidas y en años-, y buscamos estar juntos, en las buenas, con pachangas de antología, y en las malas, haciéndole "casita" a quien esté pasando por un mal momento.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los lazos que nos unen son profundos lazos de amor; de un amor que no pone condiciones a pesar de la gran variedad de personalidades, defectos y virtudes de sus integrantes. "Lo que le pasa a uno de nosotros, nos pasa a todos", es la máxima que nos define como familia y nos mantiene bien alejados de ese monstruo enorme y cruel, que es la soledad.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero todo esto no es obra de la casualidad ni surgió en forma espontánea. Viene de bases sólidas que nos dieron los dos pilares que iniciaron esta estirpe: don Ray y doña Arminda.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sus once hijos y algunos de sus nietos, convivimos con ellos; compartimos su amor en vivo y nos impregnamos con ese "algo" especial que se sentía en nuestra casa. No se cómo definirlo... sólo se que te abrazaba, te envolvía y te hacía sentir como imagino se sentirán los bebés en el vientre materno, seguros y confortados. Hasta los pleitos entre nosotros eran entrañables y, frecuentemente, pasaban a formar parte del anecdotario familiar que salía en las reuniones entre grandes carcajadas.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los demás, los que no tuvieron la suerte de conocerlos en persona, que no convivieron directamente con su amor, sólo han oído su historia y disfrutan ahora su herencia de solidaridad y unión entre nosotros.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Para ellos, para que sientan lo valioso de nuestras raíces -sus raíces-, va este pequeño compendio de vivencias: nuestra historia. Son Ustedes, como todos y cada uno de nosotros, parte de este clan, de este entorno de amor con el cual fuimos bendecidos.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Nos toca darle gracias a Dios. A don Ray y doña Arminda también nuestro profundo agradecimiento; estoy segura que desde allá, en donde estén se sentirán muy orgullosos de nosotros y estarán acompañándonos en todas nuestras aventuras, peripecias y metidas de pata que son muchas... no en vano somos parte de esta cosa rara que es nuestra familia, de esta cosa rara que somos los García de León.</span><br />
<br />
<br />
<br />Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-69229383395688876172014-10-11T09:48:00.001-07:002014-10-11T09:48:43.198-07:00El amor de mi vidaEn mi ya larga vida he amado a muchos hombres, de muchas formas diferentes: a mi papá, con respeto, admiración y después, en la adolescencia, con rebeldía.... a mis hermanos, al principio con una perenne competencia y ahora con solidaridad y reconocimiento... más adelante, al hombre con quien me casé, con un amor romántico, destinándole el papel de príncipe de un cuento de hadas... y algún otro amor que el destino ha puesto en mi camino.<br />
<br /><br />
Todo eso me preparó para vivir el más grande amor de mi vida. Uno que no está sometido al quehacer de cada día; uno que no me importa si me ama de regreso o si me lo demuestra. Uno al que puedo dejar vivir su vida sin cuestionamientos. Un AMOR, así, con mayúsculas.<br />
<br /><br />
Es un hombre extraordinario. Mis ojos se llenan de luz cuando lo veo llegar y siento que mi pecho estalla de alegría cuando lo oigo decir: "hola abuela".Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-79608428562558110062014-10-08T11:43:00.000-07:002014-10-08T11:48:06.108-07:00Como húngarosEl trabajo de don Ray le exigía cambiar frecuentemente de ciudad de residencia. Eso no hubiera significado mayor problema para una familia normal, con un papá, una mamá y a los mejor tres o cuatro hijos. Pero mi familia no era para nada así: había un papá, una mamá, una abuela, once hijos y hasta un perro. Había un montón de colchones cubiertos de lamparones de penetrantes aromas, sillas desiguales, un trastero color amarillo muy claro, con incontables capas de pintura, un juego de sala de color indefinido, un viejo refrigerador con esquinas redondeadas y una estufa, veterana gloriosa de incontables batallas.<br />
<br />
<br />
Todo eso iba a dar a un vagón de ferrocarril que lo transportaría a la próxima ciudad, mientras nosotros nos trasladábamos felicísimos en la vieja camioneta de don Ray a correr una nueva aventura, en otro lugar, con nuevos amigos, en una nueva escuela. Recuerdo vívidamente cómo la sufrida camioneta "vomitaba" chamacos frente a la que sería nuestra casa. La adrenalina nos recorría el cuerpo mientras revisábamos los espacios, gritando "¡aquí voy a dormir yoooo!", antes de que interviniera doña Arminda a poner orden con calma y dulzura infinitas.<br />
<br />
<br />
Vivimos en Cd. Obregón, Guaymas, Empalme, Cananea, Nogales y Hermosillo. En cada una de esas ciudades nos cambiamos al menos dos veces de casa, ya que era sumamente difícil conseguir en renta una casa para semejante familión. Don Ray rentaba alguna -probablemente no era la ideal, pero lo aceptaban con su enorme tropa-, y después, con calma, buscaban otra vivienda más adecuada. Cada uno de esos cambios significaba para nosotros un feliz episodio, un nuevo comienzo. Los muebles aparecían como por arte de magia en el nuevo hogar y empezaba la rutina de detectar entre los vecinos, chamacos con edades afines. Para nosotros era una aventura... ahora pienso lo estresante que debían ser esas andanzas para nuestros padres... y nunca lo resentimos.<br />
<br />
<br />
Contaba don Ray que, en una ocasión, en Nogales, el cambio de casa coincidió con un viaje que tuvo que hacer al sur del Estado. En esos días se atravesó una tromba que incomunicó a la fronteriza ciudad, en donde se acumularon varios pies de nieve. La mudanza apenas había llegado, la casa no contaba todavía con calentones y el frío era devastador. Don Ray no podía regresar y rabiaba impotente imaginando cómo estaría su familia. Consiguió por fin pasar en un "motorcito" y desesperado, imaginando mil escenas terribles, llegó a la casa para encontrarse a todos sus retoños confortablemente dormidos en la cocina. La estufa despedía un delicioso olor a pan recién horneado, preparado por una apacible doña Arminda, quien se sorprendió al notar la angustia de don Ray.<br />
<br />
<br />
Muchas personas pensarían que éramos "como húngaros". Nosotros fuimos felices: más unidos, más llenos de amor y más conscientes de la suerte que tuvimos de contar con dos extraordinarios pilares en nuestra familia. ¡Buen trabajo, queridos viejos!Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-18248624683406351182014-10-04T10:05:00.001-07:002014-10-04T10:15:51.770-07:00La GarrisSi te quieres imaginar a la Güera, de seguro te vendrán a la mente, sus ojos azules llenos de chispas y sus risa súper contagiosa. Pocas personas conozco con el espíritu tan positivo; tan fiesteras, argüenderas y animosas. Convive encantada con gente de todas las edades, sobre todo con los jóvenes, empezando con sus tres retoños, que observan sus barbaridades con diversión, tolerancia y disimulada admiración.<br />
<br />
<br />
Dentro de los siete hijos de doña Nela y don Joaquín Paniagua, la Güera se distinguió por su ingenio y, a veces, también por su genio. En una ocasión, jugando con su hermana, calificó de "garraleta" al entonces novio de ésta, quien también posee un agudo sentido del humor. Esa anécdota se sigue narrando en la familia, en medio de fuertes carcajadas y le ganó, desde ahí, el apodo de "la garris".<br />
<br />
<br />
A jalones y estirones ha sacado a sus hijos adelante y no recuerdo haberla visto derrumbarse o tirar la toalla. Sus hijos mayores ya rebasaron su estatura, aún cuando ella es muy alta y su única hija mujer, la más pequeña, es un sol de criatura; toda dulzura y amor.<br />
<br />
<br />
Hace dos años sufrió una de las más grandes pérdidas de su vida: la muerte de Roberto, su hermano mayor, su ídolo. Pero al igual que su mamá, mostró una fortaleza extraordinaria y se ha dado a la tarea de servir de pilar emocional a Martha, su viuda. Juntas han vivido emocionantes experiencias.<br />
<br />
<br />
Es Sandra, "la Garris", una de las personas que yo más admiro y respeto por su entusiasmo y su temple. ¡Salud amiga!Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-7546990101357295652014-09-27T12:10:00.000-07:002014-09-27T12:10:29.400-07:00¡Martha!!!La voz de don Ray diciendo con tono lúgubre "¡Martha, son las seis A M, repito, son las seis A M!" se escuchaba todas las mañanas y seguía repitiéndose cada minuto hasta que un chillido: "¡papáaaaaaaa ya te oíi!, le indicaba que su misión de despertar y molestar a su hija estaba cumplida. Sonriente, volvía a la cama mientras en el cuarto de sus hijas empezaba el trajín.<br />
<br /><br />
Era Martha, "Maty", "la Chore", la sexta descendiente de don Ray y doña Arminda. Un torbellino que no paraba de hablar en todo el día; trabajaba, estudiaba, cantaba, y se reía de todo. Era medio hippie y tenía montones de amigos. Era una contumaz enamorada del amor.<br />
<br /><br />
Muy jovencita dejó el nido paterno para cursar los estudios superiores en otra ciudad. Fe difícil y muchas veces le asaltaba el deseo de regresar a los brazos apapachadores de sus padres, pero terca y decidida, superaba los obstáculos. Por ese tiempo conoció a quien sería su esposo y padre de sus dos hijas. Se recibió de psicóloga y se estrenó como madre casi al mismo tiempo.<br />
<br /><br />
Por muchos años vivió lejos de sus padres y hermanos, pero siempre mantuvo un fuerte lazo de amor y comunicación con todos ellos. La muerte de doña Arminda primero y de don Ray después la devastaron y acrecentaron su deseo de retornar a sus raíces, cosa que finalmente logró y se asentó satisfecha como parte importante de una de las empresas familiares.<br />
<br /><br />
Hoy, con sus hijas yendo y viniendo por diferentes países, vive feliz su libertad de mujer adulta. Su expresión radiante y su físico envidiable provocan siempre el mismo comentario : "¡qué bien se ve esta canija!". Su sonrisa se acentúa y su mirada brilla como cuando estaba jovencita. Vuelve a estar enamorada...eternamente enamorada del amor.<br />
<br />Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-14236224483621346582014-09-26T12:25:00.001-07:002014-09-27T10:36:10.421-07:00Si te quiero es porque sos...<br />
Es intelectual, cuenta con Maestría y Doctorado y sus alumnos de la Universidad de Sonora la consideran una catedrática respetable y muy capaz. En la actualidad, funge como Vicerrectora de la máxima casa de estudios en el Estado. Su trayectoria laboral ha sido muy sólida y consistente.<br />
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Pero para quienes tenemos la suerte de estar cerca de ella, su característica principal es su intenso, agudísimo sentido del humor. Su presencia en las reuniones familiares es sinónimo de carcajadas. Hay ocasiones en que definitivamente no se puede hablar, sin que saque un comentario chusco tras otro, que te mantienen tirado de la risa. Esta imagen queda muy lejos de la docente conspicua... toda una incongruencia, pues.<br />
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Desde niña llamó la atención por su sonrisa que le subía hasta los ojos. Afortunadamente no siguió el ejemplo de su hermana mayor -una soñadora incurable- y mantuvo siempre los pies bien puestos en la tierra. Al crecer se convirtió en una hermosa jovencita, candidata a reina de su escuela y excelente estudiante. Sólo se enamoró una vez y para siempre, de un hombre fuera de lo común: peleonero, inconformista, imperturbable y con un enorme corazón que entregó por completo a quien ha sido su gran amor. Son una de esas parejas que te reconcilian con la idea del matrimonio para toda la vida.<br />
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Entre embarazos y cuidado de su casa y su familia, cursó sus estudios de postgrado. Era común verla cargada de libros en un brazo y un bebé en el otro. Circulaba por toda la ciudad en un sufrido Volkswagen blanco, que a duras penas alcanzaba la velocidad de 80 km. por hora y presumía orgullosísima que en alguna ocasión le levantaron una infracción por exceso de velocidad. Su ejemplo ha permeado a la siguiente generación y así, sus tres hijos han resultado estudiantes extraordinarios también. El menor de ellos, J.A., es además, un virtuoso de la música.<br />
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Hoy tiene agenda llena. Sus actividades en la Vicerrectoría de la Universidad de Sonora la mantienen ocupada buena parte de su tiempo, pero en las reuniones familiares, sus puntadas siguen haciendo las delicias de todos. Y puedes darte cuenta de que sigue ahí la mirada amorosa a "su amor, su cómplice y todo" con un claro mensaje: "si te quiero es porque sos..."<br />
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<br />Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-40677262861498236222014-09-02T12:34:00.000-07:002014-09-03T12:28:17.390-07:00Nuestras NavidadesNo sé en donde empezó la tradición, pero recuerdo que ya en el año de 1955, cuando nació mi hermana justo el 24 de diciembre en la noche, llegó el santoclós a la casa de las tías, arrastrando un saco enorme de juguetes para todos nosotros y una bicicleta de dos ruedas para mi hermano mayor. La tradición de que santoclós entregara los juguetes a todo el "chamaquero" debía venir de tiempo atrás.<br />
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Y es que no éramos sólo nosotros; estaban los primos, tíos, amigos, abuelos, en fin, una multitud. La familia siempre fue muy numerosa. Por la década de los 60s los hermanos de doña Arminda se fueron casando y teniendo descendencia; cada vez éramos más niños quienes esperábamos temblando de miedo el sonido de la campanita, que nos avisaba que ahí venía el personaje vestido de rojo. El traje era impecable, pues mis tías eran excelentes costureras, pero llevaba una máscara tiesa, de cartón o de yeso y los ojitos de quien estuviera bajo el disfraz brillaban detrás de ella. Era aterrador cuando sacaba un regalo y decía: para.... El niño aludido debía arrodillarse, santiguarse y recibir el regalo, a veces acompañado con alguna amonestación "y no le pegues a tu hermanito", lo que nos dejaba atónitos: ¿cómo supo?<br />
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El centro de todo este movimiento eran mis abuelos maternos, Machica y Pachico. Desde días antes empezaban las tías a preparar los tamales, frijoles, el "guajolote", los "bizcochuelos y cortadillos" y una gran variedad de delicias. Mi tío traía un pick up con un piano a cuestas que aporreaba toda la noche y Pachico nos sentaba a todos los nietos bajo de una enorme ceiba que había en el imenso patio y nos contaba cuentos. El resto del tiempo correteábamos sin cansancio. Los adultos esperaban emocionados al tío compositor, que llegaba desde México y los niños esperábamos ansiosos al gordo de rojo que llegaba desde el cielo.<br />
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Cuando crecimos, la fiesta se trasladó a la casa de don Ray y doña Arminda. El santoclós ya no traía máscara, sólo barbas de estambre blanco y el traje era un desastre, confeccionado por mi hermana y por mi, que no nos destacábamos como costureras. Muchas veces se nos olvidó el cinturón negro y teníamos que improvisar con un cinto de don Ray, con lo que el pobre personaje terminaba "acinturado"... deforme, pues... pero eso nunca nos detuvo. Ahora eran nuestros hijos los que temblaban con el sonido de la campanita. <br />
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Al faltar don Ray y doña Arminda, nuestro festejo grande se pasó al Año Nuevo y las navidades se festejan con las familias de los cónyuges de cada uno de los hermanos. El gordo vestido de rojo anda ahora aterrorizando a otros pequeños... y nosotros seguimos disfrutando en nuestros corazones de la tibieza de estos imborrables recuerdos.<br />
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<br />Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-91405768600884442322014-08-23T12:21:00.001-07:002014-08-23T12:26:19.890-07:00Un grandoteSolía preguntarse por qué las personas, al describirlo, no mencionaban alguna característica suya -de preferencia, alguna virtud- y siempre iban a parar a donde mismo: "un grandote".... y es que sus casi dos metros de estatura opacaban cualquier otra descripción.<br />
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Fue el mayor de los once hijos de don Ray y doña Arminda. Fue también el primer nieto, el primer sobrino, el esperadísimo primer bebé en ambas familias y recibió la adoración absoluta de cuantos lo rodeaban. A las tías se les llenaba la boca para hablar de "Raymundito" (Chamundito), diminutivo que muy pronto le quedó chico. <br />
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De jovencito causaba furor entre las féminas. Recuerdo que yo apenas entraba en la adolescencia y me desconcertaba ver que algunas de las jóvenes más bonitas y populares buscaban ansiosamente mi amistad. No había tema de conversación, sin embargo me buscaban con afán... ¡Era la hermana del Chamundo!<br />
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Muy inteligente y con tendencia a pensar -y esperar- lo mejor de las personas, ha tenido una vida rodeado de amor. Soñador irredento, encontró su exacto complemento en una mujer con los pies muy bien plantados en la tierra... su gran amor... su esposa desde hace más de cuarenta años, la Carmelita. <br />
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Como empresario ha gozado de gran éxito y ha ido cumpliendo uno a uno sus sueños. Sólo lamenta el no poder compartir con sus padres todo lo bueno que la vida le ha brindado. "Se fueron demasiado pronto" -comenta. Su hijo le regaló por su cumpleaños número sesenta, algo que ni siquiera se había atrevido a soñar: el grabar un disco, junto con algunos miembros de su familia, en el mismo estudio en el que grababan Los Beatles: Abbey Road y con el mismo ingeniero de sonido, además. El disco quedó fantástico, pero la experiencia fue inolvidable...extraordinaria en todos los sentidos.<br />
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Y todavía sigue siendo el centro de las frecuentes reuniones familiares. Mimado y apapachado por grandes y chicos, canta, toca el piano y la guitarra...disfruta de la comida y le encantan los buenos vinos. Avalado por su excelente memoria, cuenta anécdotas -a veces inventadas- que cautivan a su auditorio y sale con una broma incongruente si se le descubre alguna inexactitud, provocando grandes carcajadas.<br />
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Amoroso y agradecido por todo el amor que recibe, es un ser lleno de luz. Dios lo bendiga siempre.Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-87753137073550472002014-07-20T13:36:00.000-07:002014-08-21T12:32:24.713-07:00El inicio<strong>Ella</strong> fue la mayor de siete hermanos. Nació en un poblado pequeñito, dedicado a la minería, en la sierra sonorense. Su papá, don David, era un hombre alegre, soñador y muy bueno para contar cuentos. Su mamá, doña María, al contrario de don David, era aterrizada, resongona y llena de amor. Los dos guapísimos, con mucho de eso que los cronistas del siglo pasado denominan "clase".<br />
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Viniendo de familias tan agraciadas físicamente, doña Arminda, "la Mindita" fue dueña de extraordinaria belleza. De carácter alegre, bromista, con una inteligencia muy arriba del promedio y una voz privilegiada, la Mindita fue el centro de adoración de sus tías, padres y hermanos. Amaba y se sabía amada, para ella era natural.<br />
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<strong>El</strong> nació en un pueblo de la costa de Sinaloa, cuya mayor actividad era el ferrocarril y, en menor grado, la pesca. Su padre, don Raymundo, un hombre alto, impresionante, descendiente directo del marqués de Rayas -personaje ligado a la independencia de México-, murió cuando su hijo contaba apenas con tres años de edad. Su mamá, doña María, una mujer fuerte, luchadora incansable, llevó su viudez con honda tristeza y tuvo que armarse de valor para sacar adelante a sus dos pequeños hijos.<br />
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Creció rodeado de abuelos y tíos, todos ocupados en sus propios asuntos y desarrolló una gran inseguridad que sólo fue vencida cuando a los 16 años empezó a trabajar en el ferrocarril y en pocos años, se llevó a vivir con el a su madre y hermana menor. Alto, guapo, con una personalidad arrolladora, provocaba suspiros entre las jovencitas. Cantaba fuerte, tocaba la guitarra y sus carcajadas sólo eran superadas por su gran corazón y enorme generosidad.<br />
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El destino quiso que el jovencísimo Raymundo fuera a trabajar unos meses al pueblo de la Mindita, quien era una niña; linda, pero sólo una niña. Enamoradizo como era, cortejaba a la <em>Socorrito,</em> prima de la Mindita, quien vivía a escasos metros de esta última. Nunca se dió cuenta del amor infantil que despertó en el corazón de aquella preciosa niña.<br />
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Cuando a la vuelta de unos años se supo en el pueblo que Raymundo regresaría a trabajar, con planta de telegrafísta en el ferrocarril, la Mindita, ahora una jovencita de belleza impresionante, decidió conquistar a quien había sido el amor de sus sueños. Dado que la casa en donde vivirían Raymundo y su familia podía verse desde su patio ya que estaba situada en una colina, río de por medio, la joven se dio a la tarea de montar guardia. Ella sabía que tarde o temprano, Raymundo haría el recorrido desde su casa, atravesando el puente, para llegar a la casa de la Socorrito...sólo que primero tendría que pasar por la suya.<br />
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No bien se instaló en su nueva morada, el joven, salió alegre rumbo al hogar de quien fuera su casi-novia. La Mindita no tuvo que hacer mucho: sólo le pidió a su hermanito David que tocara el piano, se puso un vestido azul que le sentaba de maravilla y se paró en la puerta de su casa, por donde necesariamente pasaría el despistado galán... Años después don Raymundo contaría que todo fue verla y caer fulminado con un amor que duraría para toda la vida.<br />
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Con el tiempo, ese amor que surgiera entre ellos, culminó en matrimonio...y fruto de ese mismo amor, nacimos once hijos. Ese es el inicio de nuestra historia.Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-71451715595799807362014-07-02T11:46:00.000-07:002014-07-02T11:46:08.172-07:00El SecretoDice uno de mis hermanos que, en esta familia, las mujeres al hacernos viejas, no nos volvemos menopáusicas... nos volvemos esotéricas. <br />
Y es que a medida que vamos soltando las responsabilidades de casa, hijos, escuelas, sobrevivencia, etc., tendemos a voltear hacia atrás y preguntarnos ¿<em>eso es todo</em>?... entonces empieza la búsqueda de temas, experiencias y sentimientos que puedan calmar a nuestro espíritu deseoso de hallarle otro sentido a la vida, algo que vaya más allá de lo cotidiano.<br />
Al ser la mayor de las mujeres de mi familia, me ha tocado encabezar esa búsqueda, y así, he pasado por grupos filiales a la Iglesia Católica, al Cristianismo, a la meditación trascendental, la metafísica, hipnosis, regresiones; cientos de lecturas y talleres. Cada uno de esos pasos los he vivido a fondo, con entusiasmo y entrega. Y cada vivencia me ha dejado algo entrañable; un pedacito de respuesta a mis constantes e interminables cuestionamientos.<br />
Hace unos años, e una fiesta familiar, una muy querida amiga me dio -como de paso, sin darle mucha importancia-, un cd que contenía una película. "Está buenísima -me dijo- ojalá la veas". Se trataba de <em>El Secreto, la Ley de la Atracción.</em> La primera vez que la puse, me sorprendí roncando alegremente en los primeros diez minutos. Bueno -pensé-, esto va a ser un buen remedio para el insomnio. Pero, con mi terquedad tradicional, seguí poniéndola hasta que me di cuenta del mensaje: podemos alcanzar todos nuestros objetivos si los visualizamos con emoción y verdadera alegría, como ya conseguidos... el límite está en nuestra mente.<br />
¡No lo podía creer! Me estaban diciendo que puedo tener la casa que quiero, las relaciones que quiero, la salud que quiero, el trabajo que quiero.... todo lo que yo quiera con sólo enviar mi petición al universo; creer firmemente que lo tengo al alcance de mi mano y disfrutar desde el fondo de mi corazón el bien solicitado, como si ya lo hubiera conseguido... ¡así de fácil!<br />
Claro que primero hay que vencer los paradigmas fuertemente arraigados que nos han inculcado desde niños: "¡debes luchar hasta el sufrimiento para lograr lo que quieres!"; "¡confórmate con lo que tienes, no pidas más!"; "¡los ricos son malos!". Eso es lo difícil.<br />
En mi afán por poner a prueba las enseñanzas vertidas en <em>El Secreto </em>he ido dando pasos pequeños, con resultados impresionantes. Cada vez me asombro más y cada vez disfruto más de los procesos. No se si sea realmente producto El Secreto, o de que me hago vieja... no lo sé. Sólo puedo afirmar que nunca había disfrutado de tanta felicidad, tantos logros, tanto amor y por tanto tiempo...¿casualidad?Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-51601235907290186332013-10-08T11:13:00.001-07:002013-10-08T11:13:06.327-07:00Una experiencia inolvidable Con inmejorable compañía inicié el viaje que hace tiempo venía planeando. Mi nieto y yo -ambos apasionados por la Historia-, salimos rumbo a Guanajuato con la ilusión de conocer la casa del Marqués de Rayas, ilustre antepasado nuestro y recorrer la Ruta de la Independencia, para que conociera en vivo los lugares que ha conocido sólo de nombre.<br />
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Con condescendencia escuchó las explicaciones que le di durante el vuelo de ida...estaba más interesado en lo que comeríamos en el aeropuerto de la cd. de México, mientras esperábamos nuestro vuelo a León. Pero a partir de que llegamos a Guanajuato, su carita se iluminó y empezaron las interminables preguntas. Desde el balcón de nuestro céntrico hotel, se veía la imponente estatua del Pípila: -"abuela, ¿cómo le hizo para cargar una loza tan pesada?"... "¿Vamos a conocer la Alhóndiga?"... "¿Por qué se llama alhóndiga?". Por fin logré que se durmiera... ¡y era sólo la primera noche...!<br />
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El día siguiente teníamos cita a las dos de la tarde con los directivos del Museo del Pueblo, ubicado en la que fuera la casa del Marqués de Rayas. Mi entrañable torturador me obligó a levantarme temprano y salimos a recorrer el centro histórico, la Universidad de Guanajuato, que está pegadita a la casa del Marqués, algunos templos, probamos las nieves y regresamos al hotel, a refrescarnos para estar listos para nuestra importante cita. <br />
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A las dos en punto llegamos al Museo, en donde nos estaban esperando. Nos atendieron con mucha deferencia e iniciamos el recorrido. La Casa es enorme, ocupa toda una manzana, casi toda la superficie está construida, sólo cuenta con 6 patios interiores, la mayoría pequeños. Muchas áreas, que no están abiertas al público, permanecen todavía con la decoración y los pisos originales. Nos estremecíamos de pensar que, en esos mismos espacios, acostumbraban a reunirse en tertulias don Miguel Hidalgo, Aldama, Allende, Abasolo y los Corregidores de Querétaro. Seguramente ahí mismo se planearon algunas acciones de la lucha de Independencia, ya que el Marqués fue mecenas importante de esa gesta heroica. Terminamos en el despacho de la Directora del Museo, donde nos platicó de los fantasmas de la Casa. Quedamos con la tarea de buscar su lápida.<br />
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El día siguiente lo ocupamos en hacer el tour por Dolores, San Miguel de Allende, Atotonilco, visitando museos y sitios históricos. Mi compañero seguía preguntando y a veces, haciendo gestos de asombro, cuando algún guía se equivocaba con los datos.<br />
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Terminamos nuestro viaje recorriendo el Templo de San Diego en donde -según mi nieto investigó en internet-, se encuentra la lápida del Marqués. Yo ya me había dado por vencida cuando me dijo: "¡abuela, lo encontré!". Estaba debajo de unas bancas en la capilla lateral. Era una lápida más grande que el resto con una inscripción llena de ternura, admiración y amor de su viuda e hijos. Eso habla mucho de la personalidad generosa y humanitaria del Marqués. Por toda la ciudad de Guanajuato se encuentran huellas de sus obras: hospitales, hospicios, conventos, colegios y hasta la presa de La Olla, fue financiada en gran parte por su padre y por el.<br />
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Fue un viaje intenso. La visión de los hechos desde la inocencia de sus 12 años, habrá de permanecer en la memoria de mi nieto. Yo me quedo con la emoción manifiesta en sus grandes ojos. Y muy agradecida además, por la oportunidad de compartir con el esta experiencia. Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-71371598524213248692013-09-25T12:56:00.000-07:002013-09-25T13:01:00.721-07:00Doña NelaTiene 84 años, pero la energía de una quinceañera. Nada dos kilómetros todos los días y se niega a salir de la alberca por las escaleras: se impulsa con sus brazos fuertes y sale alegremente ante el asombro de los que la rodean. -"Hay personas que no tienen ni 70 años y necesitan la escalera para salir" -murmura con aire de reproche. Antes que salga el sol, ella sale cada día y maneja hasta donde se encuentra la alberca. Ha ganado varias competencias. Ve perfectamente normal que una persona de su edad maneje, nade, viaje, cocine, juegue, baile, cante y se mantenga guapa.<br />
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Vive rodeada de hijos, nietos, sobrinos y agregados culturales. Todos los miércoles invita a comer a su familia -36 gentes- y se luce con el menú. Para grandes y chicos el miércoles es sagrado. La comida en casa de la abuela es una de las tradiciones más sagradas. Sin ayuda o con muy poca, hace la compra, cocina, hornea y al terminar, levanta el subsecuente desorden: cerros de platos, vasos y sartenes. <br />
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Es alegre, mete reglas, rezonga...pero con su energía increíble nos deja atrás a la mayoría. Le encanta viajar y lo ha hecho por todo el mundo y sigue programando cuando menos un viaje largo al año. Vive llena de planes y los disfruta y lleva a cabo con entusiasmo.<br />
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Adoptó a mi familia cuando faltaron nuestros pilares. ¡A todos!....agregó cerca de 60 miembros a su ya de por sí numerosa familia. Soledad es una palabra ajena en su vocabulario. Siempre hay alguien con ella llenándola de amor, el mismo que ella reparte sin medida.<br />
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Es una bendición ser parte de su entorno. Compañera de viajes, de trasnochadas frente a una rica copa de tequila, de cantadas con el mariachi, de intercambio de recetas de cocina...es un ejemplo para todos. Es un espíritu muy grande. Nuestra máxima ambición es parecernos un poco a ella, aunque sea en algunos aspectos. Un reto difícil de lograr... Mientras, la disfrutamos... ¡vaya que la disfrutamos!<br />
<br />Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-34213993134980836712013-08-28T13:27:00.000-07:002013-08-28T13:27:00.357-07:00Mis sueñosHoy se cierra un ciclo. Hace diez años iniciamos -mis dos hijas y yo-, una empresa cuyo único capital estaba formado por los sueños, el entusiasmo y las ganas de trabajar de tres mujeres que, muertas de miedo, se apiñaban en un cuarto de lavado, con un par de mesas largas y cuatro sillas de plástico.<br />
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Fue un inicio de cero, literalmente. No teníamos ni siquiera claro el producto que trabajaríamos. No contábamos con herramientas que facilitaran nuestra definición de negocio y pienso que en esos momentos, sólo nos salvó nuestra gran necesidad de salir adelante y el sentido del humor que asomaba cada vez que las cosas se ponían difíciles; así, nació "el bipolar" -un cliente especialmente complicado-, la expresión "¿así me voy, así?", o "ya le ije, señoda", frases inolvidables, producto de el incipiente lenguaje de mi nieto de dos años, que era parte del personal, una parte muy refrescante por cierto.<br />
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A trompicones, la empresa sobrevivió y encontramos un nicho de actividad muy noble que nos permitió mantener un crecimiento sano y consistente. Como enviados del cielo entraron a reforzarnos mis hermanos, Javier, el Tono y la Chechy, con asesoría y algo de financiamiento, lo que detonó el despegue de nuestra compañía, que pasó de ser micro a pequeña y mediana empresa.<br />
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Hoy, después de diez años, tenemos presencia en nueve ciudades de Sonora y en los cuatro municipios de Baja California. Ya pintamos en el panorama económico y forjamos un patrimonio que queda en manos de la mayor de mis hijas, quien ha estado a la cabeza en los últimos años. Mi labor con ella aquí se termina.<br />
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Ahora, la que sigue: damos inicio a otra etapa de nuestra consolidación económica con la formación de una nueva empresa que trae las mejores perspectivas. Será un negocio que constituirá el patrimonio de mi hija menor y de su esposo. Su entusiasmo es contagioso y su trabajo muy productivo... por mi parte yo siento que casi termino mi tarea. Con el corazón lleno de amor hasta el tope, veo satisfecha que las dos vidas que el destino puso a mi cuidado, se encaminan firmemente hacia el éxito. Pido a Dios que también las llene de felicidad y, sobre todo, de AMOR, así con mayúsculas.<br />
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Espero, en unos pocos años más, retirarme por completo a la casa de mis sueños, con muchas plantas, mucha luz y mucha música; una buena pensión que me permita vivir con tranquilidad el resto de mis días y dedicarme a escribir, pintar, cocinar, a aprender a tocar la guitarra, a disfrutar de mis seres queridos....en fin un sueño ideal, pero muy alcanzable, espero. Todo es cuestión de que no pierda el rumbo... a mis sesenta años debo tratar de no perder el rumbo... no debiera ser tan difícil, ¿no?Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-12679576913560296122013-08-12T21:16:00.002-07:002013-08-12T21:23:16.109-07:00La Chita, mi primaDesde siempre, mi vida ha estado ligada a una mujer admirable en todos los sentidos: la Chita, mi prima. Es solo dos años mayor que yo, pero desde que tuve uso de razon se convirtio en mi referente y en el objeto de mi admiracion incondicional. Aunque se divertia como enana metiendome constantes sustos que me dejaban temblando y jurando que nunca mas volveria a caer en sus bromas, era muy grande la tentacion de estar a su lado; ella tenia decenas de muñecas, sabia de artistas, se vestia divino, tenia un cabello impresionante, largo y brillante; conocia a todo el mundo, cantaba, tocaba el piano... en fin, era todo lo que cualquier niña, adolescente o jovencita podria soñar. Y era feliz. Sus padres, abuela, hermano, primos amigos...todos girabamos en torno a ella.<br />
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Asumiendo su rol de "hermana mayor" guio mis primeros pasos hacia la adolescencia. Pinto mis labios por primera vez y me puso rimmel en las pestañas. Con ella fui a mi primer baile despues de que paso horas tratando de convencerme de que a los bailes no podia llevar calcetas escolares. Juntas nos pusimos nuestros primeros zapatos de tacon y salimos a dar la vuelta y a vivir la experiencia de nuestro primer piropo callejero, cortesia de un desconocido que conducia una vieja bicicleta. Fue la primera vez que nos decian algo asi...nos temblaban tanto las piernas que apenas pudimos regresar a la casa, ruborizadas y sonrientes.<br />
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Su mundo color de rosa se vino abajo a sus 17 años, cuando murio su mama, que era el pilar de aquella familia. Y para confirmar la regla que dice que las desgracias nunca llegan solas, su vida empezo a brindarle una tristeza tras otra. De repente se vio en medio de una voragine de acontecimientos fuera de todo control y tuvo que sacar la casta. Aquella muñequita fragil y sobreprotegida dio paso a una gran mujer, ejemplo de entereza y de valor. Asumio las circunstancias que la vida le presento con la cara muy en alto. <br />
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Luchadora incansable, mujer trabajadora, tras pasar buena parte de su vida adulta en una oficina acumulando logros y reconocimientos, por fin se jubila. Hoy los ojos le brillan mas que nunca y su sonrisa caracteristica es ahora mas amplia y constante. Es feliz.<br />
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Ha sido la mejor hija, la mejor madre, la mejor abuela que alguien pueda tener. Para mi, la mejor prima, la mejor hermana. Me faltan palabras para agradecerle su ternura, su solidaridad, su amor. Mi admiracion por ella crece cada vez mas...¿como decirselo?Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8267796113232884906.post-60116288890868273542013-07-13T11:41:00.001-07:002013-07-13T11:45:24.195-07:00La ChoyaCuando don Ray y doña Arminda, -tras haber completado la decena de retoños-, pensaron que ya habían terminado con pañales, papillas y visitas urgentes al pediatra, un sábado en la mañana, en la sala de su casa, recibieron la visita de nuestro médico familiar.<br />
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Mi hermano mayor y yo nos habíamos quedado semi escondidos detrás de una mampara cuando vimos llegar al galeno, asustados por aquella visita inusual y el gesto serio de nuestros padres. ¿Estarán enfermos? -nos preguntábamos-, y un poco temerosos nos dispusimos a oír. Don Ray y doña Arminda se sentaron en el sillón grande, muy juntos, y el doctor se sentó en el sillón individual, frente a ellos. La tenue luz de un cielo nublado entraba a través de la persiana de la sala. Era una escena casi surrealista, que culminó con la voz del médico diciendo ¡Felicidades! .... ¡¿felicidades??! ... ¿vamos a tener otro hermanito?. Mi hermano y yo nos volteamos a ver sonrientes, pero de repente nos cayeron encima las circunstancias: Don Ray cumpliría 50 el año siguiente y doña Arminda pasaba de los 40... ¿no es peligroso? nos preguntamos y sólo atinamos a ver sus caras serias. De seguro sus temores eran los mismos... y tenían 10 hijos que los necesitaban también.<br />
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Cuando pasó la sorpresa, llegaron los sentimientos encontrados: mi abuela paterna que acababa de ver morir a su única hija mujer, aseguró que sería una niña y se llamaría María Aurora, como mi tía fallecida. La mirada de doña Arminda, que siempre fue muy dulce, empezó a brillar llena de amor. Los hermanos mayores sentíamos un poco de pena al anunciar a nuestros amigos que mi mamá estaba embarazada. ¿Cómo manejas eso a los 17 años?<br />
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Por fin llegó el momento del parto. Don Ray andaba de viaje y doña Arminda se tuvo que enfrentar a la histeria de todos nosotros. Yo quería que saliera corriendo al hospital si la veía pensativa y con la mirada perdida... ¡ya! le decía y ella me tenía que calmar con una sonrisa. Todos los demás andaban por el estilo. Tuvo ella que disimular sus dolores, para que no le diéramos la lata... ¡ni que fuera primeriza!, decía.<br />
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Y nació María Aurora, la Yoya, nuestra Choya. Una bebé deliciosa, con carita de ángel. La casa entera se puso patas arriba. Don Ray estaba enloquecido con ella y mi abuela revivió con su sonrisa, volcando en ella toda su atención y todo su amor. Doña Arminda la veía crecer feliz con sus ojitos entrañables. Cada uno de sus hermanos tuvimos una vivencia especial con ella: algunos le tocaban el piano para que cantara, otros la guitarra para que bailara, otros más la sacábamos a pasear y la presumíamos orgullosísimos. A unos más y a otros menos, pero a todos nos cambió la vida.<br />
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Tuvo amor a borbotones y su infancia fue muy intensa. Entraba apenas a la adolescencia cuando perdió uno a uno los pilares de su vida: primero partió doña Arminda, seguidita de cerca por nuestra abuela y más adelante don Ray. Quedamos los 10 hermanos "haciéndole casita", pero estuvimos muy lejos de llenar el hueco que dejaron los que se habían ido. Vivió temporadas con algunos de nosotros y forjó su carácter firme, entregado y lleno de amor.<br />
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Ahora es madre de dos adolescentes que siguen sus pasos; esposa y cómplice de correrías del que ha sido el gran amor de su vida y una exitosa empresaria. Una mujer ejemplar, aunque todos la seguimos viendo como aquella chiquita entrañable: la Choya, nuestra Choyita.Maricúhttp://www.blogger.com/profile/05435224600793463964noreply@blogger.com0